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ALARMISMO CIENTÍFICO GLOBAL

El origen del alarmismo científico

En sus orígenes, a fines del Siglo XVI, la ciencia debió enfrentarse a las ideas aristotélicas que dominaban la academia en las universidades de la época. Luego de siglos de haber estado extraviados, algunos escritos de Aristóteles fueron redescubiertos y aceptados como verdades por la Iglesia, que tenía un inflyente rol en las univeridades.

El problema de Aristóteles fue su inmensa arrogancia, no hubo tema sobre el que no tocó y sobre el que no se equivocara. Pero eso no fue un obstáculo para que las autoridades eclesiásticas y políticas de la época adoptaran sus enseñanzas y persiguieran como herejes a quienes las ponían en duda.

Las autoridades políticas y religiosas y los cientificos se necesitan unos a otros, aunque la ciencia es más dependiente de los políticos ya que casi siempre ha dependido de las subvenciones estatales. Mientras que para los políticos los aportes de la ciencia son un dato más entre muchos que pueden utilizar para sus agendas.

El racismo científico dio la justificación para la políticas colonialistas de los siglos XVII y XVIII, y para la barbarie nazi del siglo XX, mientras que el marxismo, una supuesta ciencia económica, inspiró a políticos y jóvenes para tomar el poder e intentar crear el paraiso en la Tierra, consiguiendo justamente lo contrario.


Miedo irracional:

MEDIOS PROMUEVEN EL SUSTO DE LA “EMERGENCIA CLIMÁTICA” EN CAMPAÑA CONTRA EL CO2: ¡EL GAS DE LA VIDA!

Habría qué aclarar qué se celebra el Día de la Tierra. ¿su estructura rocosa o la vida que lleva a bordo?.

(22 abril, 2021) La campaña ya comenzó, varias organizaciones de noticias del mundo occidental se han comprometido a agitar ahora la alarma de una supuesta “Emergencia Climática” que estaría asolando el planeta pero que sólo algunos periodistas y científicos pueden ver.

Imagen arriba: Gráfico de la temperatura global que muestra un levísimo aumento de 0,8° Celsius, según cálculos de la NASA.

Como todos los años el ambiente de histeria colectiva planetaria sobre el “Calentamiento Global”, que está afectando a un número creciente de personas, aumenta y llega a su culminación en el “Día de la Tierra”: el 22 de abril de cada año. En esta fecha todas las personas conscientes deben renovar su compromiso de “hacer algo”, para “salvar al planeta” de los problemas que los humanos le causamos. En sus orígenes, 1970, la celebración tenía algún sentido, dado el descuido con el que muchas industrias actuaban con respecto a la naturaleza: eran frecuentes los derrames de combustibles, la deforestación y la contaminación, y el temor a los desastres ecológicos tenían algún asidero.

En el medio siglo transcurrido y gracias a una nueva conciencia medioambiental el mundo ha cambiado para mejor. A pesar que la población se ha duplicado junto a sus necesidades de energía, pasamos de 3.700 millones de habitantes en 1970 a 7.870 millones en 2021 y que el consumo de petróleo se ha duplicado a la par, no se han producido nuevos derrames de petróleo o catástrofes semejantes. Lo que quiere decir que la campaña ha sido exitosa y sus objetivos se han cumplido.

Sin embargo el movimiento ecologista ha evolucionado, según Patrick Moore, uno de los fundadores de Greenpeace, desde ser pequeños grupos de activistas idealistas a transformarse en grandes corporaciones con abultados presupuestos y planillas de gastos, que necesitan mantener al público asustado para sostener el creciente flujo de donaciones que necesitan para solventar los gastos que requieren para lograr sus objetivos políticos cada vez más ambiciosos. Desde su activismo anti-sistema, que siempre tuvo una intensión revolucionaria, pasaron del discurso ecologista al anticapitalista. Ahora para proteger el medio ambiente, llaman a paralizar el crecimiento económico de la humanidad con el pretexto que el “calentamiento global” que estaría causando el “cambio climático” sería causado por el CO2, un gas producido en la combustión de los combustibles fósiles que la humanidad extrae del fondo de la tierra para suplir sus necesidades de energía y que forma el 0,04% de la atmósfera. Debe recordarse que otra fuente importante de CO2 es la respiración de todos los organismos que habitan la Tierra, entre los cuales nos contamos.

Apoyándose en discutibles resultados científicos, buscan crear temor en la población con supuestos desastres naturales que ocurren y ocurrirán en el futuro a causa del cambio climático supuestamente creado por el hombre: el alza de nivel del mar, que estaría ahogando costas e islas, producto del supuesto derretimiento de los hielos del Ártico y la Antártica, sequías, inundaciones, tormentas y huracanes cada vez más potentes que azotarían las costas del Caribe y Asia. El pronóstico de otros huracanes como el Katrina del 2005 es aterrador.

Esgrimen para apoyar esta narrativa alarmista un supuesto “consenso científico”. La verdad es que a pesar que muchas academias se han sumado al alarmismo climático atraídos por los fondos de investigación con que los políticos los atraen para apoyar sus pretensiones, muchos prestigiosos científicos la desmienten.

La realidad es otra, vivimos una época de un levísimo aumento de la temperatura global, de 0,8° Celsius, según cálculos de la NASA, con altibajos (Ver imagen arriba). Este calentamiento es parte de las oscilaciones naturales del clima y no tiene nada que ver con el CO2. Estamos saliendo de una etapa de frío, la Pequeña Edad de Hielo, que tuvo lugar entre los Siglos XVI y fines del XIX, en los cuales la humanidad si vivió terribles catástrofes climáticas: devastadores huracanes, intensas heladas, largas sequías, tormentas, inundaciones, hambrunas. De las cuales no se puede culpar al CO2, ya que en esa época apenas llegaba a ser el 0,02% de los gases atmosféricos.

Tanto el aumento de la temperatura global así como el del CO2, debieran celebrarse, ya que el frío mata más personas que el calor. Y el aumento del CO2 es beneficioso para la naturaleza.

Esto es algo que los periodistas no le van a decir: ese CO2 que los políticos pretenden reducir es nada menos que “El Gas de la Vida”, pues es a partir del átomo de carbono que contiene que existe toda la vida en la Tierra, ya que el fitoplancton marino y las plantas terrestres se alimentan de CO2 a través de la fotosíntesis, ocupando el carbono para producir celulosa y azúcares, liberando el oxígeno a la atmósfera. El actual aumento del CO2 atmosférico ha sido beneficioso para la vegetación, y se ha comprobado un aumento de un 20% en la vegetación del planeta, y una mejora en el rendimiento de las cosechas.

Por lo que habría qué aclarar qué se celebra el Día de la Tierra. ¿su estructura rocosa o la vida que lleva a bordo?


LA ENTREVISTA DE ISTVÁN MARKÓ: POSIBLEMENTE LO MEJOR QUE LEERÁ SOBRE EL CALENTAMIENTO GLOBAL. (Para leerla en español pulse el botón derecho del mause y marque "Traducir al español")

Sepa más:
Monumental, Unsustainable Environmental Impacts of Green Energy:
https://wattsupwiththat.com/2017/07/05/monumental-unsustainable-environmental-impacts/
Hydrogen Strategy to nowhere:
https://www.europeanscientist.com/en/energy/hydrogen-strategy-tonowhere%E2%80%A8/?utm_source=Energy+geopolitics&utm_campaign=fcbaa25021
Wind farms bring the Egyptian vulture to near-extinction in Andalusia:
http://savetheeaglesinternational.org/new/an-extinction-in-progress.html
Why Wind Won’t work:
http://carbon-sense.com/wp-content/uploads/2011/02/why-wind-wont-work.pdf The Environmental Cost of “Renewable” Energy:
https://carbon-sense.com/2019/03/25/environmental-cost-of-renewable-energy/
The Australian Renewable Energy Agency is set to gift $70 million to hydrogen speculators:
https://arena.gov.au/news/seven-shortlisted-for-70-million-hydrogen-funding-round/





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El editor y responsable de estas páginas
es el escritor científico Jorge Ianiszewski R.

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